Estocolmo & Maratón

Plaza Stortorget

Había ganas de pisar tierras nórdicas, y que mejor forma que realizar una escapada a la ciudad de Estocolmo, capital de Suecia, aunque hay quién incluso la considera la Capital de Escandinavia.

Antes de que el avión aterrice en el aeropuerto de Arlanda, se puede apreciar las numerosas islas que rodean Estocolmo con multitud de canales y vías de agua, lo cual explica el sobrenombre de esta ciudad, la Venecia del Norte.

La opción más cómoda y asequible para llegar al centro de la ciudad desde el aeropuerto de Arlanda es mediante el servicio de autobuses de Flygbussarna. Salen buses cada 10 minutos y realizan el trayecto en poco más de media hora. El precio del billete ronda los 10 €uros.

Conviene recordar que en Suecia no tienen el €uro, por tanto para cualquier pago en efectivo que se haga en Suecia ha de realizarse en coronas. Pero el uso de la tarjetas bancarias esta muy extendido, y se puede pagar con tarjeta en cualquier sitio, tanto en restaurantes con estrellas Michelín cómo en los puestos de comida rápida.

La principal isla desde el punto de vista histórico y turístico es Gamla Stan, donde se encuentra el Palacio Real o la Catedral, además de diversas callejuelas y plazas con gran encanto que se han convertido en las estampas más conocidas de Estocolmo. Por ejemplo, la plaza de Stortorget, que se puede considerar el Km.0 de la capital sueca, un punto de encuentro famoso por sus clasícos edificos coloridos y donde se encuentra el Museo Nobel.

En Gamla Stan hay gran cantidad de opciones donde comer o cenar. Pero me gustaría destacar el resturante Magnus Ladulås, por el atento servicio prestado, su precio aceptable y sus deliciosos y generosos platos con los que deleitarse, como pueden ser desde una ensalada César hasta las típicas meatballs o albóndigas suecas.

Ayuntamiento de Estocolmo

Ya fuera de la isla de Gamla Stan pero muy cerca, se encuentra el Ayuntamiento de Estocolmo, conocido por ser la sede del banquete anual de los Premios Nobel. Cuenta con una explanada con excelentes vistas a Gamla Stan.

Pero sin lugar a dudas el lugar para contemplar unas panorámicas espectaculares de Estocolmo es desde la colina de Monteliusvägen, y más concretamente desde un pequeño parque llamado Ivar Los park. Un lugar donde disfrutrar del sky-line y que además invita al reláx y descanso antes de proseguir con el trasiego de la vida de turista.

Panorámica de Estocolmo desde Monteliusvägen

Otro lugar de obligada visita es la isla de Djurgården, a la que se puede llegar por puentes o a través de las barcas que están continuamente haciendo el recorrido entre las islas más céntricas. Estas barcas se pueden coger junto al Palacio Real, y hay una opción de comprar el ticket valido para todo el día, pudiendo bajar y subir todas las veces que se quiera.

En Djurgården se encuentran el museo Vasa (a cerca del buque de guerra que naufragó en su viaje inaugural en 1628), el museo de ABBA (sobre el famoso grupo musical, autor de Mamma Mia y otros tanto éxitos setenteros) y Skansen. Skansen es un museo al aire libre, con un parque zoológico en el interior, y muestra el modo de vida en Suecia durante los últimos siglos, pudiendo pasear entre construcciones rústicas donde personas ataviadas con vestimentas típicas de la época realizan diferentes tareas artesanales.

Una visita curiosa y recomendable es bajar al Metro de Estocolmo, una auténtica galería de arte, Se pueden encontrar pinturas, decoraciones y montajes artísticos en los vestíbulos y pasillos de sus estaciones, simplemente tendremos que comprar un billete de metro. Un billete sencillo vale para 75 minutos, tiempo suficiente para recorrer algunas de las estaciones más significativas, como Kungsträdgården, Rådhuset, T-Centralen, Stadion o Tekniska Högskolan.

Estación de metro Stadion

Si se quiere disfrutar tomando una copa o refresco, una buena opción son los locales que hay en el muelle junto al Palacio Real. En ellos se respira una estupenda atmósfera junto al mar y un gran ambiente donde podemos encontrarnos con actuaciones en directo de cantantes, saxofonistas o djs suecos. Uno de estos locales destacables es Mister French, de cuidada y moderna decoración, con gran cantidad de sillones en un ambiente chill-out.

Terraza con actuación musical junto al Palacio Real

De forma excepcional y para nuestra grata sorpresa, estos días de escapada coincidían en fecha con la Fiesta Nacional de Suecia, lo cual hizo encontrarnos con eventos exclusivos del momento. Por ejemplo, en el parque Kungsträdgården había una carpa con conciertos musicales, numerosos puestos de comida rápida y largas mesas donde sentarse a deleitarse con todo aquello. Era el momento de vivir y disfrutar este ambiente festivo cómo cualquier otro sueco.

Fiesta Nacional en Kungsträdgården

En el mapa interactivo de más abajo se muestra la ubicación exacta de monumentos, parques, resturantes, estaciones de metro y demás lugares visitados durante el viaje a Estocolmo.

Como broche final a esta escapada llegaba el día de correr el Maratón de Estocolmo, 42 kilómetros por sus calles, pasando por los lugares más característicos de la ciudad. Hay que destacar su gran organización, desde sus prolegómenos el día anterior en la Pasta Party, durante la carrera con numerosos avituallamientos muy completos, y después de cruzar la meta con un gran ambiente festivo, donde recuperarse y retomar fuerzas con perritos calientes, dulces, etc.

Maratón de Estocolmo pasando junto al Ayuntamiento

El recorrido del Maratón consiste en dos vueltas a un circuito, que se puede consultar en el siguiente enlace de Wikiloc para ver en detalle el track GPS que grabé durante la carrera.

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El recorrido tiene unas condiciones favorables como son correr a nivel del mar y sin tener que superar grandes desniveles, aunque si hay algún que otro repecho. Pero en cualquier caso, a lo largo del recorrido, especialmente en los kilómetros finales, hay mucho público agolpado en las calles animando a superar posibles bajones. En este enlace se puede ver el emotivo vídeo realizado por la organización donde se refleja el ambiente vivido durante la carrera.

En lo que respecta a nivel personal, era la segunda vez que me enfrentaba a un maratón de asfalto (tras mi debut en el Maratón de Sevilla en el mes de Febrero) y el resultado me deja sumamente satisfecho por el mero de hecho de terminar sin gran sufrimiento y además lograr mi mejor tiempo en la distancia de Filípides, parando el crono en un tiempo de 3h49m.

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